miércoles, 14 de julio de 2010

De las guarderías y otros demonios...

¡Hola, hola! a todos, deseo que esta entrada les encuentre teniendo un buen día...

En esta ocasión voy a tocar un tema que considero relevante para todos los padres y madres que laboramos fuera de casa y que por una u otra razón, nos vemos en la necesidad de mandar a nuestros hijos a ser cuidados por terceros, en un lugar distinto al hogar... la famosa guardería.

Temerosas, confundidas, con el corazón apachurrado por tener que "depositar" a nuestro tesoro más amado en un espacio diferente a su entorno familiar, muchas madres vamos por aquí y por allá preguntando cuál será el lugar más adecuado para que nos cuiden a nuestro pequeño. Con la creciente necesidad de que la mujer contribuya con el ingreso familiar, cada día somos más las madres que trabajamos y, por esa misma razón, cada vez hay más demanda y más opciones de este tipo de lugares, llámense maternales, guarderías, ludotecas, estancias infantiles u otros nombres "fancy" con los que luego se les denomina.


Entre tantas opciones y opiniones de otras madres, es muy fácil confundirse y batallar para elegir la mejor guardería. Por ese motivo les quiero pasar aquí algunos tips que creo pueden servirles en su elección. Quizá alguno pudiera parecer un tanto exagerado, pero cuando se trata del cuidado de nuestros hijos y de la tranquilidad que deriva de saberlos bien atendidos, creo que vale la pena considerar ser un poco más precavido y quisquilloso

1.- Las instalaciones.
Es lamentable recordar casos de terribles accidentes en guarderías, pero, en realidad no es necesario irnos a los extremos. Incluso en un lugar bonito y aparentemente adecuado, debemos revisar en qué estado se encuentra el material que conforma las instalaciones: el área de juegos, las condiciones del mobiliario en general, ¡la LIMPIEZA del lugar! En mi búsqueda de guardería tuve oportunidad de ver un par de lugares en los que con sólo llegar a la recepción fue suficiente para darme media vuelta y seguir buscando.

2.- La seguridad dentro de la guardería. ¿Quién recibe a los niños? ¿Está restringido el acceso? ¿Solicitan alguna identificación para entregar a los niños? ¿Existen salidas de emergencia en caso de una catástrofe? Estas preguntas son valiosos indicadores de las medidas de seguridad que se toman para proteger a los niños. Además, revise qué material usan para las actividades y entretenimiento de los niños. ¿Hay juguetes con piezas pequeñas? ¿Utilizan material didáctico potencialmente cortante u objetos pequeños en la elaboración de manualidades? ¿Los productos de limpieza u otros químicos tóxicos están a la vista y alcance de los niños? Recordemos que los niños no suelen medir los peligros y cualquier cosa que represente un riesgo de intoxicación, asfixia o de cuerpo extraño deberá ser removido del alcance de los niños.

3.- El encargado y el personal.
La preparación del personal que atiende una guardería es fundamental. ¡Hablar bonito no basta!... importa mucho el qué y el cómo se dice, trata y enseña a los niños en las horas de asistencia a estos lugares. Creo que casi todos hemos oído de guarderías en las que por cuidadoras se tiene a muchachas jóvenes con bonito carácter, cierto gusto por los niños, pero poca experiencia e incluso inmadurez. Vale la pena darle un vistazo al personal de la guardería, conocer y platicar con las "maestras" y primordialmente, con el director(a) o responsable del lugar.

Ver la disposición con la que se atienden nuestras dudas y comentarios nos dará una gran idea de cómo se llevan a cabo las cosas en dicha empresa. Poder exponer nuestras angustias, comentarios o quejas con libertad nos generará más confianza de que tenemos a nuestro hijo en un lugar donde sí se preocupan de su bienestar y de la tranquilidad de nosotros, los padres.

4.- La prevención de infecciones y accidentes. 

Está descrito en numerosos estudios que los niños que asisten a guardería tienen más riesgo de contagiarse de infecciones, predominantemente respiratorias y gastrointestinales, debido al contacto directo con otros niños o con objetos contaminados (juguetes, vasos, utensilios para comer, entre otros). Bueno, ese es un riesgo del que debemos estar conscientes y por el que estamos pagando, sin embargo, el manejo de los niños ya enfermos dentro de las guarderías es fundamental para evitar que los brotes infecciosos se propaguen.

Si en el lugar en donde tiene a su hijo, entran y salen niños enfermos, sin ningún tipo de restricción, creo que vale la pena que considere otra opción. Es difícil para las madres que laboramos el tener que ausentarnos del trabajo para cuidar un hijo enfermo, pero el que un día le regresen a su hijo para tratar de evitar que contagie a otros, seguramente a corto plazo se traducirá en un menor riesgo para que su propio hijo enferme.

En cuanto a los accidentes, vale la pena revisar que cuidados y medidas se toman para prevenir que los niños sufran caídas, cortadas u otras lesiones y  en caso de que suceda, cuáles son las medidas que se toman al respecto.

5.-El acceso a unidades de emergencia.
Pregunte si  se cuenta con facilidades para accesar a un centro de atención médica en caso de una emergencia. ¿Cuál es el mecanismo? ¿Cómo le contactarán si fuera necesario? y ¿cuánto tiempo tardarán para tomar acciones y llegar a la clínica u hospital con quién manejan este tipo de casos? Busque si hay algún tipo de consentimiento informado que ambas partes (guardería y padres) deban firmar en caso de una situación de emergencia.

6.- OBSERVE  A SU HIJO.
Una vez elegida la estancia infantil seguirá la valoración más importante: su hijo. Si se lo entregan sano y salvo, limpio, alimentado y contento, seguramente su elección fue la correcta. Si, por cualquier motiv,o hubo algún accidente o incidente y se lo notifican, su confianza se mantendrá en un buen nivel. Como quiera siempre mantengase vigilante de cualquier detalle y si hay algo que no le gusta, notifíquelo y pregunte al respecto si es necesario. 

Como lo dije más arriba, a veces podemos sonar exagerados y hasta fatalistas, ¡hey! pero se trata de nuestros hijos y la mejor manera de evitar momentos desagradables o malas experiencias es haciendo una buena elección. Por eso, la información que tengamos y la cautela con la que tomemos nuestras decisiones, definitivamente son las mejores herramientas para lograrlo. ¡Suerte en su búsqueda!

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